¿Vas a ir a la escuela de cine? Antes lee esto.

 

Hola cineasta, 

Si tienes más ganas que nunca de que acabe el verano y que llegue Septiembre, probablemente es porque eres un cineasta a punto de empezar la escuela de cine. ¡Felicidades! Este post es para ti. He recopilado algunos consejos que harán que aproveches al máximo tus oportunidades en la escuela. Algunos te parecerán obvios, otros te darán ideas nuevas; pero sea como sea lo importante es cómo los apliques. 

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1 Habla con estudiantes de cursos superiores

Recibe consejo, métete en sus producciones como auxiliar, pregunta por cómo ha sido su especialidad para saber si te ves en ella, y también para saber cómo navegan en el entorno profesional los primeros años tras salir de la escuela de cine. Conocer su experiencia te ayudará a anticiparte y a trabajar hacia la dirección que quieres. 

2 Conoce a tus profesores

Más allá del plano académico. Uno de los mayores activos de la escuela de cine es entrar en contacto con gente que trabaja actualmente en la industria. Una cosa es lo que enseñan en clase en un entorno académico, pero la puesta en práctica tiene mucho más meollo. Conocerles y dejar que te conozcan es muy importante porque tendrás acceso a estos conocimientos informales que son comunes dentro de la industria, puedes conseguir que te ayuden en tu carrera o que te inviten a verles trabajar, o incluso recomendarte para trabajos una vez hayas terminado la escuela. Por eso tienes que hablarles de tus proyectos, que sepan qué recursos tienes y cuáles son tus ambiciones. Sabiendo esto pueden ayudarte mucho más y recomendarte. A un amigo de la TAI, le recomendó su profesor para hacer de foto fija en una película, por ejemplo, porque sabía que él podía hacerlo y tenía los medios. También es frecuente que los profesores te llamen para trabajar después de la escuela.

3 Aprovéchate del material de la escuela

material escuela de cine

En algunas escuelas de cine es más fácil sacar material que de otras, pero ponle empeño y habla con quien haga falta. A veces la persona con la que hay que hablar no es el encargado de gestionar el material, sino de su superior. Fíjate en cómo funciona la escuela y así sabrás con quién tienes que hablar para sacarle el máximo partido al material, o para reservar los platós. Además, de cara a ponerte en valor con personas que no sean de tu escuela de cine, el material que puedas sacar de la misma para aportar a los proyectos es también un valor tuyo, ¡no lo olvides!

4 Pregunta por oportunidades

Becas, prácticas, rodajes de profesores, convenios, descuentos por ser estudiante de la escuela en casas de alquiler o en asociaciones de cineastas, etc. Hay muchas. Mira el corcho y estate atento en las redes sociales. De hecho si quieres puedes suscribirte a mi newsletter al final de este artículo para estar al día. 

5 Trabaja mucho, pero no por encima de tus posibilidades:

Espacio patrocinado por los consejos de mamá: duerme bien y aliméntate bien. Parece una tontería, pero es básico. Verás cómo de primero a tercer curso a muchos de tus compañeros les salen canas y se les cae el pelo. Y tú quieres conservar tu pelo, ¿verdad?

Por la pasión que le ponemos y las ganas que tenemos especialmente cuando estamos empezando, a veces damos más de lo que deberíamos dar hasta puntos que pasan factura a nuestra salud. Tenemos que tener claras nuestras limitaciones físicas y psicológicas, dónde elegimos poner nuestros límites y relativizar la importancia de lo que estamos haciendo para que no nos consuma. Después de muchos rodajes duros, es bastante habitual que la gente se pregunte si quiere seguir en esto. También es bueno ver qué hay, porque entonces sabrás qué te gusta y qué no te gusta, dónde te ves profesionalmente y dónde no. Pero acuérdate de cuidarte, dormir y alimentarte bien. 

6 Momento “¿Qué voy a hacer con mi vida?” Lee el libro Instinto cineasta

No lo digo porque sea mi libro (aunque puede que también), pero de verdad pienso que tu carrera profesional se empieza a forjar ya, y no cuando salgas de la escuela de cine. Estos años has de prepararte para lo que viene después: es un momento clave para ti porque ahora que tienes tus necesidades cubiertas y puedes aprovechar el tiempo para aprender, tienes que construir tu base para que cuando salgas de la escuela de cine, no te pille el momento de “¿y ahora qué hago con mi vida?” El momento “¿qué hago con mi vida?” debe estar sucediendo ahora, no cuando te gradúes. Por eso es interesante conocer todas las posibilidades y tener una idea de qué viene después, lo cual podrás descubrir en el libro Instinto cineasta. 

7 Las prácticas son prácticas, no cortos

Al principio mucha gente se obsesiona con hacer la mejor práctica que puedan, y le ponen muchísimo empeño, etc. Pero no debemos de olvidar que son prácticas, no cortos. Están para aprender, experimentar, hacer fallos, etc. Hay que entenderlas como tal para no frustrarse, porque dada la propia premisa de lo que es una práctica no está diseñada para que te quede con un acabado “Hollywood”. 

Si has llegado hasta aquí puede que te interese este otro artículo sobre Perder el miedo a lanzarse a dirigir.

8 Tendrás profesores buenos y malos

es la vida, asúmelo.

9 Tendrás compañeros buenos y malos

es la vida, asúmelo. 

Lo que he visto de las personas del primer curso de la escuela de cine, es que la mayoría tienen muchas ganas y quieren ganarse el respeto y aprecio de los demás. Hay gente que ya ha rodado (mucho) y gente que no ha rodado nada. Gente más mayor que vienen de otra carrera o de la FP y gente que comienza nada más salir del colegio. Alumnos que tienen dinero para pagarse un corto por ellos mismos y gente que no puede pagarse una cámara. Y mucha gente tiene complejos e inseguridades, y eso da lugar a que no todo el mundo sea tan majo, pero como en cualquier lado. Con perspectiva ves que la mayoría de veces nacen de estas inseguridades de ellos mismos, queriendo quedar por encima de ti. Hay que aprender a gestionar tener compañeros y profesores buenos y malos, esquivar a la gente tóxica, y a pegarse a aquellos que realmente merecen la pena. Hay que aprender a poner límites de manera educada, cosa que no es fácil. En mi experiencia, aunque al principio a la gente le bailen el agua, a la larga se ve quién trabaja bien y quién no, y hay consecuencias, aunque tal vez no las veas ni de inmediato ni durante tus años de estudiante. Paciencia, relativiza, y trata de gestionar la situación de la mejor manera que puedas sin agobiarte. Sí, es más fácil decirlo que hacerlo.

Otro consejo que te daría relacionado con esto es que no hables mal de nadie. No digo que no puedas desahogarte si te han faltado al respeto o no te han tratado bien, pero “don’t overdo it”. Si quieres que haga un post hablando solamente de este punto de gestionar las relaciones en la escuela o en contextos profesionales, ponlo en los comentarios.

10 Hay vida más allá de la escuela

La escuela puede ser muy absorbente al estar tantas horas con las mismas personas y en el mismo lugar. Por eso muchas veces las escuelas de cine se convierten en entornos endogámicos donde el conocimiento colectivo se reduce a aquello que se aprende en clase. Se aprende tanto de compañeros como de profesores, por eso, implicarse en rodajes fuera de la escuela es muy importante para que veas cómo se hacen las cosas en otros sitios y romper el mito de que hay una única manera de hacerlas. Así también, una vez te gradúes, habrás conocido más contextos que los de la escuela y te podrán llamar para trabajar en más sitios. Quién no ha salido de la burbuja de la escuela, ha de hacer el esfuerzo de ello cuando ya no queda más remedio: cuando se han graduado. No es una situación óptima. 

Seguro que hay muchas más cosas que te podrán decir quienes han estudiado en la escuela de cine. Puedes utilizar el espacio de los comentarios de abajo para preguntar dudas, contar qué expectativas tienes, o intercambiar consejos. 

Por último, felicidades por entrar en la escuela de cine. Estás un paso más cerca de dedicarte a esto profesionalmente.